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¿Qué une a Vermeer, Hitler y la astronomía?

7 de febrero de 2025

¿Qué une a Vermeer, Hitler y la astronomía?

Todo el mundo conoce a Vermeer, aunque no lo sepa. Muchas personas incluso tienen una ‘obra’ suya en casa. Concretamente dentro de la nevera. ¿O acaso no os acordáis de esos famosos yogures de vidrio? “La lechera” de Nestlé toma su imagen de “La lechera” de Vermeer.

En un primer momento, la idea del equipo de marketing era usar una pastoral para sus envases. Es decir, una representación que mostrara el mundo del campo y los pastores. Y parece ser que, mientras alguien del equipo ojeaba un libro de arte, vio esta obra y pensó: es perfecta.

Fotograma de un anuncio de “La Lechera” de Nestlé.
Fotograma de un anuncio de “La Lechera” de Nestlé.

Y ahí lleva, en las neveras de la gente, desde 1973.

Pero Vermeer es mucho más, y en este post vamos a hablar de algunas de sus obras más emblemáticas, de recuperaciones épicas por parte de los aliados y de fluidos corporales analizados en un microscopio…

Cómo Hitler puede hacerte famoso

Johannes Vermeer nació en los Países Bajos en 1632. Junto a su coetáneo Rembrandt, es uno de los máximos exponentes del arte barroco. A Vermeer lo reconocemos como el pintor de lo íntimo, de las escenas cotidianas, de interiores con ventanas desde la izquierda.

Johannes Vermeer, La Lechera (1660)
Johannes Vermeer, La Lechera (1660)

Y tiene más mérito que sea tan reconocido por ello cuando apenas se le atribuyen 33 obras. Vermeer era marchante de arte, tenía 11 hijos y le iba todo bastante bien. Por lo que solo pintaba por placer, lo que, quizá, le daría la tranquilidad a su pintura. Pinceladas densas, gran realismo, magistral en la iluminación. Estamos siempre ante un momento privado, al que incluso nos da vergüenza acceder. Por si molestamos…

¿Y por qué se volvió tan popular? A partir del S.XX su fama crece cuando Hitler decide que quiere comprar todas las obras del pintor. Las que pudo las compró y las que no, bueno… se “las llevó”, como es el caso de “El astrónomo” y muchas otras. Recordemos que el Führer tenía la idea de crear el Führermuseum en Linz, donde quería conservar una gran colección de arte formada por obras de todos los grandes artistas.

J. Vermeer, El astrónomo (1668)
J. Vermeer, El astrónomo (1668)

“El astrónomo” fue confiscada a un empresario judío con la idea de que formara parte de este ‘Museo del Führer’. Por suerte, no solo no fue destruida por los nazis sino que la pintura fue recuperada por parte de los aliados y aparece en muchas fotografías. Lo que nos permite, por un lado, situarla en tiempo y espacio y, por otro, saber que detrás de la obra hay una gran esvástica. ¿Por qué? Porque Hitler marcaba todo lo que era suyo, y esta obra (según él) le pertenecía.

Fotografía de los Monument Man recuperando obras robadas por los nazis
Fotografía de los Monument Man recuperando obras robadas por los nazis

Para el que se lo pregunte, la obra volvió a sus legítimos dueños, la familia Rothschild, tras ser recuperada por parte de los Monument Man. En 1983 fue donada al Louvre y es en una de sus salas donde podemos disfrutarla hoy en día.

Miremos con detalle al astrónomo del cuadro

“El astrónomo de Vermer”, es una de las obras más conocidas del autor junto con “La joven de la perla” o “La lechera”. Los que la ven no dejan de sorprenderse, ya que apenas mide más de folio y medio. En ella se representa un interior que nos resulta familiar de otras obras, de hecho, se dice que Vermeer utilizaría su casa como escenografía para sus obras. Cambiaba un poco la disposición de los muebles, movía algún que otro elemento y tenía su escenario preparado.

Uno de los motivos por los que esta obra destaca es por ser de las pocas en las que representó a una figura masculina. La obra contiene infinidad de detalles:

  • Un astrónomo joven, del que conocemos la identidad. Va vestido con una larga toga y tiene el pelo también largo.
  • Entre los objetos, encontramos un libro abierto y una bola celeste, en la que podemos diferenciar las constelaciones de la Osa Mayor y Hércules. Sabemos más cosas de estos dos objetos, que veremos más abajo.
  • Hay otros elementos de la profesión: astrolabio (para determinar la posición de las estrellas), compases…

¿Quién es ese hombre?

Hemos dicho que es de las pocas obras en las que aparece un hombre, pero no es la única. De hecho, un hombre muy parecido aparece en la obra “El geógrafo”, que fue realizada más o menos durante los mismos años.

Vermeer tenía un vecino curioso, se cree que es el retratado. De él tenemos más información: sabemos que fue el primero en hacer observaciones con microscopios caseros. Concretamente se dice que fue el descubridor de los espermatozoides, por lo que sea él ese día quiso mirar más de cerca fluidos y acabó dándose cuenta de cosas.

El interés de los pintores por la astronomía y la ciencia

Durante este período Holanda está produciendo muchísimas pinturas relacionadas con la astronomía y los astrónomos. ¿Por qué? Porque los pintores de la época eran grandes observadores del cielo, y también sabían que para avanzar en economía necesitaban de la ciencia. Holanda vivía del comercio y de los grandes avances científicos, y los astrónomos tenían mucho que ver con la investigación de las rutas comerciales. Gran motivo para apreciarlos tanto, ¿no?.

Adam Elsheimer, Huida a Egipto (1609)
Adam Elsheimer, Huida a Egipto (1609)

Otro ejemplo magistral de la observación y representación de las constelaciones tras su estudio es esta Huida a Egipto maravillosa de Adam Elsheimer en la que el cielo es protagonista. Porque es la primera vez que aparece representada de manera realista la Via Láctea, con sus estrellas individuales. De hecho si lo pensáis, el tema de la Huida de Egipto se suele representar de día, en pocas obras aparece de noche.

Esta pintura se hizo el mismo año que Galileo apuntó por primera vez al cielo con el telescopio. Por lo que quizá Adam y Galileo pudieron conocerse o comentar teorías. En cualquier caso, me parece una obra maravillosa.

Los objetos del astrónomo

Antes hemos mencionado que sabemos exactamente qué libro está usando el astrónomo. Se trata de un manual de astronomía de Adriaan Metius, “Institutiones Astronomicae Geographicae”: una guía práctica para estudiar astronomía y geografia y que se cree que Vermeer tenía en su casa, porque se podía conseguir también en esa época.

Por otro lado tenemos el globo celeste y sabemos que Vermeer copió el diseño de un globo celeste real que existió en la época. No solo lo copió, sino que lo vendían y él tenía uno en casa. Lo que demuestra la inquietud por saber y conocer más sobre constelaciones. Este en concreto se caracterizaba porque las constelaciones aparecían tal y como las idearon los griegos: con dibujos.

Detalle de la obra de El astrónomo
Detalle de la obra de El astrónomo

Precisión y detalles

De que Vermeer era un gran pintor no tenemos duda. Pero también hay que destacarle su gran conocimiento científico. Se dice que él pintaba usando una cámara oscura, una caja que permite pasar una imagen en 3D a una superficie en 2D a través de un agujero donde entra la luz y hace que los objetos se reflejen.

Si queréis adentraros en la vida del pintor, os recomiendo mucho el libro “La joven de la perla” de Tracy Chevalier. Una novela histórica (no biográfica) que se inspira en el momento de creación de esta obra maestra. Si no lo habéis leído os lo recomiendo, porque podéis adentraros en la vida del pintor y es realmente interesante pensar que así se llegó a pintar una de las grandes obras de la historia del arte.