Cuando vas al norte de España, y concretamente a la zona norte de Asturias, tienes que visitar obligatoriamente sus playas. No importa que vayas en octubre y que ni te plantees el bañarte. Tienes que visitarlas por el simple hecho de contemplarlas.
A lo largo de nuestro viaje, nosotros estuvimos paseando por Ribadesella, Cudillero y Celorio. También paramos por San Vicente de la Barquera. Todas las visitas a estas playas fueron con la única excusa de oler el mar y disfrutar de la vista.
Pero hoy no voy a hablaros de ninguno de estos pueblos, sino que os traigo la que seguramente sea una de las playas más especiales que puedas visitar: la playa de Gulpiyuri.
Cómo llegar a Gulpiyuri
El tercer día de nuestro viaje a Asturias (que duró cinco) volvíamos de San Vicente de la Barquera y quisimos parar en una playa de la que habíamos leído recomendaciones: la Playa de Gulpiyuri. Aviso que no es un lugar nada accesible, y en parte me alegro, porque eso permite que siga siendo un espacio no masificado. La playa está a 13 km de Llanes, en el pueblo de Naves, y se llega por la Autovía del Cantábrico. Cuando sales de la autovía por la rotonda correspondiente, accedes a una carretera de tierra, por la que tienes que ir avanzando hasta que llegas a una especie de explanada (no demasiado grande) donde puedes aparcar.
En nuestro caso no tuvimos mucho problema porque solo había un coche más, imaginamos que de algún vecino de la zona ya que cerca había campos de cultivo. Del aparcamiento a la playa hay apenas 10 minutos andando por un camino de tierra, por el que nosotros tuvimos que ir bastante rapidito ya que justo empezó a llover y estaba todo muy embarrado. Mientras vas avanzando por el camino te sorprende que vayas a una playa, ya que todo lo que ves son montañas y campos. Siento no tener muchas fotos que enseñaros, pero es que llovía bastante y era difícil sacar el móvil y pararse a hacer fotos.
La formación de la playa más pequeña de España
Una vez llegas al final del trayecto descubres la singularidad de la playa: ubicada entre rocas y rodeada de verde. ¿Qué tiene de especial este lugar? Pues que estás en la playa más pequeña de España y seguramente de las más pequeñas del mundo. Tiene entre 40-50 metros de largo y está totalmente protegida por la pared de roca. Esto significa que, cuando estás en la arena o en el agua, no ves el horizonte ni la inmensidad del océano, sino una pared de roca.
La playa se forma de esta peculiar manera porque durante muchos años el mar fue chocando contra la roca, que por su material fue erosionando hasta acabar formando una cueva. Llegada a determinado punto la superficie acaba hundiéndose y forma esta playa ya que el agua seguía filtrándose entre las rocas. Esto significa que solo podemos disfrutar de este fenómeno si hay marea alta, ya que sino la zona del agua está prácticamente seca y solo puedes ver la arena.
Como os comentaba, además de no poder bañarnos por el frío que hacía, tampoco pudimos bajar a la arena porque la lluvia dificultó bastante desplazarse por el terreno embarrado. Lo que sí pudimos hacer es respirar el aire y la tranquilidad de Gulpiyuri, el “círculo de agua”.